La iglesia católica arde. Ayer los sacerdotes Rogelio Topin, Orlando Rivera y Karl Madrid fueron destituidos por la Arquidiócesis de Panamá por pagar por servicios sexuales, luego de que la pagina web Claramente puso en evidencia sus con ductas inapropiadas.
La Arquidiócesis de Panamá mediante un comunicado aseguró que estaban profundamente heridos y avergonzados.
Hoy, el comité permanente de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) también hizo una publicación en la que recalca que la iglesia católica es santa porque fue instituida por Jesucrito, y pecadora, porque está formada por hombres y mujeres pecadoras. E hizo énfasis de que la oración es la respuesta reparadora ante hechos dolorosos, por eso, solicitaron a los católicos que en los próximos jueves en todas las parroquias del país y en las reuniones de grupos y movimientos eclesiales, dediquen con mayor fervor una jornada de oración por la santificación de los sacerdotes.
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Publicación de La Conferencia Episcopal Panameña
MENSAJE DEL COMITÉ PERMANENTE DE LA CEP
Intensificar la oración por la santificación de los sacerdotes
La Conferencia Episcopal Panameña, ante los dolorosos y escandalosos acontecimientos en los que se han visto involucrados sacerdotes, reitera las palabras del Santo Padre al
señalar que la Iglesia Católica ha perdurado por más de 2000 años y perdurará, a pesar de la fragilidad y los pecados de sus miembros, porque es un proyecto de Dios.
Nuestra Iglesia es Santa porque ha sido instituida por Jesucristo; y pecadora, porque está formada por hombres y mujeres pecadores. En la historia del cristianismo y de la Iglesia Católica, "con tantos pecados, tantos escándalos no colapsó, porque Dios está ahí.
Somos pecadores, y aun con frecuencia damos escándalo. Pero Dios está con nosotros", nos ha recordado recientemente el Papa Francisco.
Un respuesta reparadora ante estos hechos dolorosos por la fragilidad humana, es la oración a Dios, quien establece el camino de gracia que nos preserva de los peligros reales del pecado y de los ataques del maligno.
Como parte de la tradición cristiana, dedicamos el día jueves a la oración por las almas sacerdotales, recordando que fue el día en que Cristo instituyó los sacramentos del orden
sacerdotal y la Eucaristía. Por ello, pedimos que en los próximos jueves en todas las parroquias del país y en las reuniones de grupos y movimientos eclesiales, dediquemos con mayor fervor una jornada de oración por la santificación de los sacerdotes y en reparación por estos graves pecados que hieren la credibilidad de muchos y debilita su fe.
Igualmente, invitamos a que se eleven oraciones por las vocaciones a la vida consagrada, para que Dios les permita hacer un proceso de discernimiento de cara a la realidad y para que su alma siempre sea preservada del mal.